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3/4/19

Globalización Unificación Europea Empresones

LA CULPA NO ES NI DE LA GLOBALIZACIÓN NI DE LA UNIFICACIÓN EUROPEA NI DE LA BANCA NI DE LOS EMPRESONES

(El resentimiento no es de los caseros, sino que está en la mayoría natural electoral que jugó y juega aún a capitalistita.)

LA CULPA NO ES NI DE LA GLOBALIZACIÓN NI DE LA UNIFICACIÓN EUROPEA NI DE LA BANCA NI DE LOS EMPRESONES

Lo pobre que somos tiene dos tramos:

1) el tramo entrañable, por cómo nos explota el sistema capitalista; y

2) el tramo impresentable, por cómo nos explotamos entre nosotros, en el modelo popularcapitalista, para creernos ricos —sobre todo en las provincias vascas, catalanas y en Madrid—, lo que nos hace perder oportunidades tales como:

– el inmenso caudal de euroayudas recibido desde mediados de los 1980;

– el salto histórico de productividad por la tecnología digital y la economía de internet;

– el desarme arancelario mundial y la expansión del comercio internacional; y

– la fortaleza del Dinero.

Recordemos que el Dinero (mayúscula) es:

1) el dinero estricto o fiduciario —billetes y monedas o deuda del soberano monetario—;

2) el dinero bancario —préstamos bancarios o deuda de las entidades de depósito—; y

3) el dinero financiero —toda deuda documentada—.

El Dinero son los activos financieros —las acciones no son activos financieros sino participación en netos patrimoniales, en universalidades de bienes, derechos, deudas y obligaciones—.

El Dinero es fuerte en la UE, y en EEUU, Japón, UK, Suiza y algún país más. En ellos, se pagan las deudas , deudas que es lo que representa todo Dinero —aunque el populismo engañe con que no van a pagarse—. Todos queremos adquirirlo (codicia) y muchos atesorarlo (avaricia), en unos momentos históricos más y, en otros, menos. Ahora toca más. Porque, aparte de la Rerrecesión que ya estamos viviendo, hay expectativas de deflación estructural y no es tanto por razones positivas como por el sobreendeudamiento en que hemos caído por el popularcapitalismo.

Está pasando que, a poco que los buenos emisores de títulos de deuda suben los tipos de interés, la curva de rendimientos de la deuda fuerte se invierte. La gente que tiene Dinero puja por adquirir y atesorar la deuda pública fuerte y cara emitida a plazos largos. Sube, así, su precio de adquisición, con lo que baja la rentabilidad que se obtendrá de ella —diferencia entre el precio de adquisición y la suma del precio de venta o de reembolso y los cupones periódicos, todo descontado—. Fíjense con qué rentabilidades tan bajas se contentan los dineristas que la rentabilidad que se está exigiendo a la deuda alemana a 10 años está en negativo.

***

Hoy, el peor enemigo del Dinero no es la inflación sino el ladrillo, que pretende quitarle el sitio, cuando se trata del tangible más ilíquido que hay. El ladrillo ha tenido demasiado juego en Occidente desde mediados de los 1980, tras conseguir el capitalismo vencer en su guerra contra la inflación de los 1970. Al ladrillo, le llegó su hora en los 2000. El Dinero manda y siempre se venga.

Decir Dinero es decir Capital —Trabajo & Empresa— y Estado —fisco y banco central—. Los ladrillistas fantasean con muros separadores de unidades inmobiliarias registrales cerradas con fronteras perimetrales —el individualismo es consustancial al ladrillismo—. Sin embargo, el capitalismo ha llegado históricamente a un punto en el que, para seguir adelante, requiere de grandes elementos de planificación central colectiva: estabilidad monetaria, comercio internacional, pensiones de jubilación, sanidad y educación básicas, vivienda de los trabajadores.

La sociedad popularcapitalista es los ladrillistas dando por el trasero a los dineristas. Pero el ladrillismo está sometido al Dinero. ¿Acaso no se compran ladrillos con la intención de sacarle Dinero, luego, a los trabajadores, que los necesitan para vivir —consumo obligatorio—? ¿Qué otra explicación tiene, si no, que hayamos llegado al endeudamiento más grande la Historia? Dense cuenta de la inmensa fortaleza actual del Dinero que, a pesar de semejante endeudamiento, no solo no pierde poder adquisitivo, sino que lo gana.

No falla. A los seis meses de toda himbersión, no hay pisitófilo creditófago que no esté deseando liquidarla, echando pestes contra la banca, el banco central, el fisco, la globalización, el comercio internacional, la unificación europea y, en definitiva, contra sí mismo por haber picado creyéndose capitalistita, y deseando que ahora tú seas quien se lo crea para liberarle de su cadena y bola.

El parásito que humilla al huésped no es el Dinero, banca incluida. El parásito es el todos capitalistitas que ha corrompido el Trabajo. Sin Trabajo, no hay Capital. Y, sin Capital, no hay ni capitalismo —propiedad privada del Capital— ni socialismo —propiedad colectiva del Capital—. Sin Capital, solo hay hambre y tiranía.

El parásito fue sentenciado de muerte a mediados de los 2000. En los 2010, la Transición Estructural es un frente común capitalista-socialista contra el enemigo común popularcapitalista. En 2018, hemos vivido la inflexión. Queda hasta mediados de los 2020.

***

En la sociedad popularcapitalista, los dineristas tenemos una mosca cojonera, los ladrillistas.

El otro día decíamos que hay que llevar una moneda de 5 céntimos en el bolsillo para cuando los tontos de los pisitos empiezan con sus paridas y mala baba contra el Dinero. El viernes, en la sobremesa, con el dueño de una pyme familiar, franquicia de una conocidísima marca de intermediación inmobiliaria, y presente un cliente suyo finlandés, se nos inflaron los pantalones:

—La rentabilidad de lo que le sacas al pisito es del 10-11 por ciento, según los expertos 1.

—Los llamados expertos solo son el lobby de El Sector. Además, se te olvidan los impuestos. Mira esta moneda de 5 céntimos de euro. Es la rentabilidad que nos basta a la gente que nos gusta el Dinero para comprar deuda pública alemana a 10 años.

—Lo tuyo son solo teorías.

—¿El capitalismo es teorías? ¡Que por encima de tus ladrillos, está el Dinero! Y es cuestión de tiempo que el fisco reaccione.

—¿Me estás llamando rojo? No voy a consentirlo. Y (puñetazo en la mesa) el fisco lo que tiene que hacer es actuar contra la banca y las multinacionales y no contra nosotros, las pymes, que nos matamos a trabajar.

—No te estoy llamando rojo, sino antisistema. El Estado, la banca y las multinacionales son el sistema. ¿Acaso tú no piensas que no se levantan imperios sin esclavos?

—No tolero que hables mal de lo que me da de comer.

—… de lo que te da de comer a ti y a los caseros que exprimen a tus obreros. (Al finlandés) 'Are you sure that you aren't listening to your greedy brain? The second part of the Great Recession is on the move. Look at the yield curve'.

—Me estás ahuyentando a un cliente. Eres un ser despreciable.

Bueno, pues ahora lo que hay que decir es:

—Lo que llamas expertos solo es lobby de El Sector. Mira esta moneda de 5 céntimos. Es lo que la gente que nos gusta el Dinero p-a-g-a-m-o-s para quedarnos con la deuda pública alemana a 10 años.

Que la rentabilidad de un dinero 3) tan seguro como el alemán público a 10 años esté en negativo quiere decir que los dineristas 3) están encantados de la vida con perderlo un poco nominalmente con tal de tener el Dinero asegurado a 10 años vista.

Publicado el: 03/04/2019 10:53

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