CIPOLLAS
Recordemos que la burbuja popularcapitalista ochentera es una guerra civil intraobrera e intergeneracional, que está acabando con el capitalismo liberal, pero no para bien, sino para resucitar el esclavismo y el feudalismo.
La sociedad popularcapitalista es una sociedad de hidalgos de caldo claro 1. La tardopopularcapitalista, de cipollas.
Cipollas es una forma elegante de decir gilipollas, en honor al historiador de la Economía Carlo Maria Cipolla 2 (se pronuncia Chipola y se traduce literalmente como cebolla), autor de ese basic titulado Las leyes fundamentales de la estupidez humana, librito que se lee en un santiamén y que está a la altura del Cándido, de Voltaire.
El cipollas se define por dos elementos:
1) se cree con talento —p. ej., Metí 5 y ya me dan 55…
—; y
2) no le importa desagradar —… y tú te jodes
.
En la Burbuja 1986-2006, se creía que había que descontar un futuro utópico de obreros ganando 3.000 euros al mes. En la Burbuja, pues, se trataba de ser tonto bueno. El sistema capitalista procedió al Pinchazo, poniendo en evidencia la tontura.
En la Reburbuja, por contra, se trata de descontar un futuro distópico de muertos de hambre exprimibles como bichos porque no pueden himbertir —incluso ganando sueldos brutos de seis cifras, como en San Francisco… o Madrid y Barcelona—. En la Reburbuja, no se trata de ser tonto. Es que no tienes nada que hacer si no eres malo.
Hoy, Cipolla no escribiría sobre la estupidez sino sobre la maldad.
Hay tres autoridades capitalistas:
1) monetaria (banco central), que es una;
2) fiscal (gobiernos), que son una constelación, muchas de cuyas estrellas han sido asaltadas por políticos que apelan al voto del obrero que se cree capitalistita y que está resentido contra el sistema; y
3) empresarial-privada (el capital), que es un universo actualmente secuestrado por obreros fachas anarquizantes y de rapiña.
Hoy en día, pues, solo puede aprehenderse el ortograma capitalista de la autoridad monetaria.
Nosotros, los estructuraltransicionistas, no estamos a salvo. Entre nosotros, también hay membrillos cipollitas.
El hecho es que no hay munición fiscal para administrar la Rerrecesión y que la monetaria es insuficiente.
Ciertamente, lo que viene no es bonito.
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